El devorador de estrellas
Un agujero negro nace cuando una estrella muy masiva agota todo su combustible nuclear, explota como supernova expulsando la mayor parte de su masa al espacio interestelar.
Sin embargo, el objeto remanente que queda tras la explosión colapsa gravitatoriamente bajo su propio peso al no quedar ya material de fusión que contrarreste la gravedad.
Este colapso no se detiene en ningún momento de manera que al final toda la masa queda confinada en un punto singular del espacio.
A su alrededor existe una región del espacio delimitada por el llamado horizonte de sucesos dentro de la cual cualquier objeto que lo sobrepase, ya no puede volver a escapar. Ni tan siquiera la luz puede escapar a la inmensa atracción gravitatoria del agujero negro.

imagen: NASA and The Hubble Heritage Team (STScI/AURA)
Al no emitir nada, la detección de un agujero negro solo puede hacerse de forma indirecta a partir de su fuerte influencia gravitacional sobre su entorno.